Primaveras de 1987 y 1988.
Embalse de Azután, río Tajo.
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| Garza imperial en el nido de la sauceda, en 1988 |
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| Carraca, junto al nido de las imperiales. Mismo año. |
En 1988, el río Tajo en el embalse de Azután se convirtió definitivamente en nuestro paraíso fotográfico particular.
Jose, Fernando, Vicente, yo... siempre autodidactas, poco a poco nos íbamos curtiendo como fotógrafos naturalistas y, sin duda, ésta fue nuestra mejor escuela, entre carrizos y espadañas, entre álamos, sauces y tarays. Aves como garzas, patos, carracas y pajarillos ribereños fueron los protagonistas: eran el objetivo de nuestros objetivos.
Muchas tardes primaverales, después de currar y a pesar de las quejas de nuestras respectivas (Conchi, Victoria, Paloma) las dedicábamos a nuestra insaciable afición, la búsqueda de nidos donde situar los escondites, en el suelo o en altura, a la imperial o al moscón, preparados para intensas jornadas fotográficas, los fines de semana estaban echados. Y no puedo dejar de citar a los irrepetibles “madrileños” Pablo, Margalet y Paco y a otros muchos socios de ARDEIDAS que disfrutaron con nosotros en éstas y otras aventuras “azutaneras” de finales de los 80.
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| El "hide" de las garzas |
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| José Luis Margalet y yo en 1988 |
En este contexto fructífero de producción fotográfica, empezaba a archivar cientos de diapositivas que no tardaría mucho en mover por revistas españolas. Una de mis fotos más históricas se realizó precisamente en este año, fue un primer plano de la cabeza de un martinete en su nido, en un tarayal increíble y escandaloso, entre cientos de nidos de garzas, fue portada (mi primera portada) de la prestigiosa revista Quercus, en el cuaderno 51 de mayo de 1990 (hoy sigue publicándose, cumple 30 años).
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| El escondite del martinete |
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| El martinete protagonista en su nido |
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| Mi portada del Quercus nº 51, mayo 1990 |
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| Pegatina de la Asociación Ardeidas |
¡Que casualidad!, la cabeza de esta rara y hermosa garza era también el emblema de nuestra asociación.
