miércoles, 4 de enero de 2012

el inolvidable nido de las confiadas cigüeñas negras


Primavera de 1987
Entorno de Pueblonuevo de Miramontes (Cáceres)




En la naturaleza casi nada es rigurosamente estricto y el comportamiento de sus habitantes de pelo y pluma, aún menos. Quizá la primera vez que llegaba a esta conclusión en mis andanzas fotográficas fue con las “esquivas” cigüeñas negras de este relato.
            Corría la primavera de 1987; por entonces trajinábamos mucho con  González Grande (ver la crónica de las garzas de Azután), tanto que un buen día comunicó a nuestro Fernando, quien por cierto ya andaba detrás de las zancudas, que en su predio a la vera del Tiétar alguien vio un nido de cigüeñas negras por los cercanos cerros de “Tarraces”. El notición no se hizo esperar y al poco tiempo, ambos dieron con el nido tras varios kilómetros de escrutinio. Comenzaba una nueva movida fotográfica Foto-Ardeidas/G. Grande.
El autor subiendo al escondite
            La plataforma nidatoria se situaba en un gran pino resinero, junto a un arroyo. En el momento del hallazgo las cigüeñas estaban incubando y la instalación del “hide” sucedió al cabo de un par de semanas para que hubiera pollos creciditos. El escondite de lona hubo que situarle a 6 m de altura para tener un ideal punto de vista, con la consecuente dificultad en trasladar  campo a través tan peculiar andamiaje y afianzarle, una vez en el sitio, para que estar seguros en las alturas. La ubicación exacta también supuso un pequeño quebradero de cabeza hasta que se dio con el punto adecuado evitando estorbos naturales y con la iluminación ideal. No obstante el uso del flash de relleno se hizo  necesario para evitar sombras del ramaje. La utilización de la inmejorable película diapositiva Kodachrome 64 captó a la perfección el increíble tornasolado del plumaje de nuestras protagonistas.
            Las cigüeñas negras resultaron ser unas santas, todo lo contrario a los apelativos de “esquivas” y “desconfiadas” que estábamos acostumbrados a leer en los libros. Entraban a cebar sin dificultad, incluso la pareja de adultos podían coincidir en el nido para nuestra sorpresa. También nos llamó la atención el “siseo” de reclamo de esta especie, tan diferente al de su prima la blanca.




















Los José Luises, Fernando y yo conseguimos un dilatado reportaje de las patilargas, primeros planos, numerosas poses en diferentes lugares del árbol... incluso no había tiempo para el aburrimiento si faltaban los adultos, pues los polluelos te invitaban con su deliciosa pinta a dedicarlos numerosas tomas.




Entonces los fotógrafos de la naturaleza andábamos con bastante libertad por el campo. Hoy en día, cuando todo parece estar más controlado (no sabemos si para bien o para mal), sería impensable conseguir permiso de la administración competente para hacer un reportaje en el nido de una especie amenazada; por eso, las imágenes que ves junto a este relato, son verdaderos documentos gráficos.
            Fue una fructífera primavera aquella del 87. Muchos bichos y muchos “hides” pero nada comparado con las cigüeñas negras de Miramontes, unas santas.
             


4 comentarios:

  1. Si señor, muy chulo. Felicidades por el blog, de verdad, te imagino contando la historia y escribes igual que hablas. Las historias son muy buenas, y las fotos geniales, pero el pueblo pide más fotos de vosotros, pa' descojonarse básicamente.

    Una cosita nos queda clara: inigualable la kodachrome 64.

    Un abrazo!
    Mario

    ResponderEliminar
  2. Vaya tela Miguel, este año se cumplirán, Dios mediante, 25 primaveras desde que fotografiamos a las bellas y confiadas Cigüeñas Negras. Entonces éramos aún más jóvenes que es ahora el Dr. Mario. Mucho tiempo, pero la experiencia queda nítida en el recuerdo. Buena y entrañable entrada.

    F. Cámara

    ResponderEliminar
  3. Muy guapas Migue!! precioso bicho.
    un abrazo y feliz año

    ResponderEliminar
  4. Grandisimo documento nos muestras, además de grandiosas fotos, cualquiera que le guste la naturaleza, o las Aves, supondría un premio gordo, posiblemente ahora no serian tan confiadas, es mucho el daño que se les ha echo desde que hicisteis las fotos que cada vez los animales son más huidizos, aunque no siempre es así, tengo un amigo que ha podido hacerle fotos a una zorra a menos de un metro y es también una buena zona de Cigüeña negra, nunca se sabe, por otra parte acabo de descubrir que Fernado cámara es seguidor mi blog sin saber que era uno de los de mi guia de animales amenazados, tus relatos me llevan a unos buenos tiempos compartidos con un amigo, saludos.

    ResponderEliminar