domingo, 18 de septiembre de 2011

la colonia de garcillas de Las Herencias

Primavera de 1985
Embalse de Azután, río Tajo.

Las atractivas colonias de cría de garcetas comunes, martinetes y, sobre todo, garcillas bueyeras, con más de mil nidos y  ubicadas en el pueblo de Las Herencias, a orillas del Tajo, siempre fueron objeto de censos y estudios por parte de miembros de la Asociación Ardeidas. Quizá por esta fascinación hacia las garzas, que pertenecían a la familia de las “Ardeidas”, fue fácil encontrar un nombre para la incipiente asociación ornitológica, pionera en Talavera y en Castilla-La Mancha, creada 7 años atrás y hasta hoy en plena actividad.

Entorno de las colonias de cría, río Tajo
            En 1985 llegó la hora de realizar un reportaje fotográfico sobre tan magníficas especies; hacía poco que Fernando Cámara, mi hermano José Luis y yo, animados por la afición a la naturaleza y a la fotografía, comenzábamos a gestar lo que algunos años más tarde sería la agencia fotográfica Foto-Ardeidas. En esta época, Vicente G. Canseco fue otro “pajarero” que andaba con nosotros, pero más tarde tomaríamos caminos semejantes pero separados.
El recuerdo de esta pequeña aventura con las garcillas, hace ya más de 25 años, fue el inicio de una fructífera amistad con un “números uno” de los fotógrafos de naturaleza españoles, José Luis González Grande. Fernando tuvo la suerte de contactar con José Luis en Candeleda, su pueblo natal al que acudía con frecuencia desde Madrid para desarrollar buena parte de su trabajo profesional con la vida salvaje en la cercana Sierra de Gredos y el Valle del Tiétar. Tras algunas visitas a Candeleda, pronto se forjó una buena amistad y la invitación a que conociera nuestras colonias de garzas de Las Herencias, donde seguro podría conseguir buenas y numerosas imágenes. Nosotros, aún, carecíamos de infraestructuras necesarias para abordar un reportaje fotográfico sobre animales salvajes, pero José Luís, como profesional que era, disponía de escondite, torre metálica, zodiac... (alguno de nosotros realizó las fotografías con un teleobjetivo prestado).


Preparando la aventura. De izda. a dcha.: Jesús, 
primo de G.Grande (de espaldas), Jóse Luís  G. Grande,
 Fernando, José Luis y Vicente. El autor hizo la foto.

Fernando junto al "hide"

El evento no se hizo esperar, en esa misma primavera de 1985 abordamos la aventura en la que intervinieron amigos comunes (ver foto adjunta). El traslado en barca de estructuras metálicas, tablas, escondite de tela y el delicado material fotográfico y óptico hasta llegar a la isla donde se ubicaban las colonias fue una experiencia tan “de película” que sería el inicio de una actividad que nos llenaría de satisfacciones y a la que dedicaríamos, en equipo, la casi totalidad de nuestro tiempo libre.
            Una vez dentro de la colonia, entre el bullicio anárquico de miles de aves sobrevolando nuestra cabezas y los desagradables bombardeos de alimentos semidigeridos que los polluelos de garzas nos lanzaban desde las ramas por considerarnos intrusos, conseguimos instalar el escondite en el lugar elegido. Desde su interior, una vez ocultos, todo volvía a una tensa calma y por las ventanas descubrimos comportamientos asombrosos, cebas y disputas en los numerosos nidos que teníamos a pocos metros.




Algunas fotos que se realizaron de garcilla bueyera 

Las fotografías  por nuestra parte, no fueron muy abundantes y la calidad conseguida fue la normal en unos fotógrafos novatos en  aves salvajes. Nuestro invitado profesional, sí sacó buenos resultados.
Las largas horas pasadas en el “hide” repartidas en varios días, fueron inolvidables. Como inolvidable fue la celebración una vez finalizada la aventura fotográfica, pues José Luis González Grande se comprometió a llevarnos a hacer fotos a “su territorio”. Recuerdo unas buenas bandejas de conejo al ajillo y pollo asado, cañas y vinitos, especialidades del kiosko de Miliki, en La Presilla, junto al Puente Romano de nuestro río Tajo.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario